Dama es puro amor y se ha puesto guapísima.
Patricia se ofreció para ser su casa de acogida y tuvimos que dejar de buscar familia para ella.
Y ahí está, más feliz que un ratón con queso. Al poco llegó la pequeña de la casa, Mei, y están siempre juntitas.
Gracias Patricia por darle a Dama primero un hogar y luego una familia.
¡Dama, disfruta de tu nueva vida!